Locke - Tema 12 Filosofía EBAU 2024
Vida y obra
John Locke fue un filósofo inglés del siglo XVII, nacido en 1632 en Wrington, Somerset. Es considerado uno de los pensadores más influyentes de la filosofía moderna y un precursor del empirismo. Estudió en la Universidad de Oxford, donde se interesó por la ciencia y la medicina, aunque su pasión por la filosofía lo llevó a estudiar con filósofos como Robert Boyle y Thomas Sydenham.
Locke es conocido principalmente por su obra "Ensayo sobre el entendimiento humano" (1690), en la que desarrolla su teoría del conocimiento y rechaza la idea de las ideas innatas, sosteniendo que la mente es una "tabula rasa" o pizarra en blanco en la que las experiencias se escriben a través de la percepción sensorial.
En su filosofía política, Locke defendía la idea del contrato social y la soberanía del pueblo. En su obra "Dos tratados sobre el gobierno civil" (1689), argumentó que los gobernantes deben gobernar con el consentimiento de los gobernados y que estos últimos tienen el derecho a rebelarse si sus derechos son violados.
Su pensamiento también tuvo un gran impacto en el campo de la ética, donde abogaba por la tolerancia religiosa y la libertad de conciencia.
Contexto histórico-cultural y filosófico
Contexto histórico-cultural
El filósofo inglés John Locke vivió en una época de importantes cambios históricos y culturales que influyeron en su pensamiento. Nació durante la Revolución Puritana y creció en medio de la Guerra Civil Inglesa, lo que marcó su visión sobre la política y la sociedad. Además, fue contemporáneo de la Revolución Científica, un período de grandes avances en el conocimiento científico, que también dejó una huella en su filosofía.
El contexto histórico-cultural de Locke estuvo caracterizado por el enfrentamiento entre el poder monárquico y las aspiraciones parlamentarias, lo que condujo a una reflexión profunda sobre la naturaleza del gobierno y la legitimidad del poder político. En este ambiente de inestabilidad política, Locke se preocupó por los derechos individuales y la necesidad de un gobierno limitado que protegiera las libertades básicas de los ciudadanos.
Por otro lado, la Revolución Científica, liderada por figuras como Galileo, Kepler y Newton, promovió un enfoque empírico y experimental para el conocimiento. Esta influencia se reflejó en la filosofía de Locke, quien abogó por el empirismo, argumentando que todo conocimiento se deriva de la experiencia y la observación.
Asimismo, Locke fue testigo de la lucha religiosa en Inglaterra, lo que lo llevó a defender la tolerancia religiosa y la separación entre Iglesia y Estado. Su obra "Cartas sobre la tolerancia" (1689) abogó por la libertad religiosa y la coexistencia pacífica entre diferentes creencias.
Contexto filosófico
El contexto filosófico en el que se desarrolló la obra de John Locke estuvo marcado por una transición significativa en el pensamiento europeo. Su filosofía se enmarca en el periodo conocido como el "Empirismo británico", que se caracterizó por un énfasis en la experiencia sensible como fuente primaria de conocimiento. Locke fue una figura destacada dentro de este movimiento filosófico, junto con otros pensadores como Francis Bacon y David Hume.
Antes de Locke, la filosofía predominante en Europa era el racionalismo, que defendía la idea de que el conocimiento se adquiere mediante la razón y la reflexión, sin depender necesariamente de la experiencia empírica. Sin embargo, Locke rechazó esta concepción y argumentó que todas nuestras ideas provienen de la experiencia sensible.
La filosofía empirista
La filosofía empirista, en la que John Locke desempeñó un papel fundamental, se caracteriza por su énfasis en la experiencia sensible como la principal fuente de conocimiento. En contraposición al racionalismo predominante en la época, que sostenía que la razón era la vía principal para alcanzar la verdad, los empiristas argumentaban que todas nuestras ideas y conocimientos provienen de la experiencia.
Para Locke, la mente humana es como una "tabula rasa" al nacer, es decir, una hoja en blanco, y es a través de la percepción y la reflexión sobre nuestras experiencias que se forman todas nuestras ideas. Rechazó la idea de las ideas innatas y defendió que todo conocimiento es adquirido a posteriori, basado en la observación y la experimentación.
Su obra "Ensayo sobre el entendimiento humano" (1690) es considerada una de las obras fundamentales del empirismo británico. En este texto, Locke explora la naturaleza del conocimiento humano, las diferentes formas de ideas y la relación entre las palabras y los conceptos.
Además de su contribución a la filosofía del conocimiento, Locke también desarrolló ideas políticas importantes en su obra "Ensayo sobre el gobierno civil" (1689). En este libro, defendió la idea de que el gobierno legítimo se basa en el consentimiento de los gobernados y que los individuos tienen derechos naturales que deben ser protegidos por el Estado.
El pensamiento político
En su obra "Dos Tratados sobre el Gobierno Civil" (1690), Locke presenta su teoría sobre el origen y legitimidad del poder político, así como los derechos y deberes de los ciudadanos.
Para Locke, el poder político se basa en el consentimiento de los gobernados. Sostiene que los individuos nacen con derechos naturales, como la vida, la libertad y la propiedad, y que la función del gobierno es proteger estos derechos. Si un gobierno falla en su deber de protección, los ciudadanos tienen el derecho y la responsabilidad de rebelarse y formar un nuevo gobierno que sea más justo y legítimo.
Además, Locke argumenta en contra del derecho divino de los reyes, sosteniendo que ningún monarca tiene el derecho absoluto de gobernar sobre sus súbditos sin el consentimiento de estos. Esta idea sentó las bases para el desarrollo de la teoría del contrato social, que fue ampliamente adoptada por los pensadores políticos posteriores.
El pensamiento político de Locke también destaca la importancia de la separación de poderes y la limitación del gobierno. Propone una división de poderes en el gobierno para evitar la concentración de poder y prevenir posibles abusos. Esta idea fue más tarde adoptada por Montesquieu en su teoría de la separación de poderes.
El Estado, protector de los derechos individuales
Locke parte de una visión optimista del ser humano, sosteniendo que todos los individuos nacen con derechos naturales inalienables, como la vida, la libertad y la propiedad. Estos derechos son anteriores a la formación de cualquier gobierno y son otorgados por la naturaleza misma. En otras palabras, los derechos humanos no dependen de la voluntad del Estado o de las leyes humanas, sino que son inherentes a la condición humana.
Según Locke, el propósito fundamental del Estado es proteger estos derechos naturales. El gobierno existe para garantizar el bienestar común y preservar la seguridad y la propiedad de los ciudadanos. La legitimidad del gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados, quienes otorgan su autoridad para que el Estado cumpla con su función protectora.
En su teoría política, Locke también enfatiza la importancia de la limitación del poder gubernamental. Para evitar el abuso de autoridad, aboga por la división de poderes y la existencia de controles y contrapesos dentro del Estado. Esta idea sería fundamental para el desarrollo posterior de la teoría democrática.
La filosofía de John Locke se fundamenta en la creencia de que los individuos nacen con derechos naturales inalienables, como la vida, la libertad y la propiedad. Considera que el propósito del Estado es proteger estos derechos y su legitimidad se basa en el consentimiento de los gobernados. Aboga por la limitación del poder gubernamental, la división de poderes y el derecho de resistencia ante un gobierno opresivo. Su visión optimista del ser humano y su énfasis en los derechos individuales han dejado una profunda huella en la teoría política moderna y continúan siendo fundamentales en el debate político actual.
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