La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo - Bloque 5 EBAU 2024
El periodo comprendido entre 1788 y 1833 en España fue una etapa de profundos cambios y convulsiones políticas, sociales y económicas. Durante estos años, el país se enfrentó a una crisis del Antiguo Régimen que cuestionó las bases del sistema político y social establecido durante siglos. En este contexto, se desarrolló un intenso debate entre las corrientes liberales, que abogaban por la modernización y la adopción de ideas ilustradas, y los sectores absolutistas, que defendían el mantenimiento del poder tradicional y la monarquía absoluta.
La Guerra de la Independencia: antecedentes y causas. Bandos en conflicto y fases de la guerra
La Guerra de la Independencia, que tuvo lugar entre 1808 y 1814, fue un conflicto que marcó un punto de inflexión en la historia de España. Sus antecedentes se remontan a la invasión del ejército francés dirigido por Napoleón Bonaparte en 1808. El objetivo de Napoleón era someter a España bajo el dominio francés y colocar en el trono a su hermano José Bonaparte.
Las causas de la Guerra de la Independencia fueron diversas y complejas. Por un lado, la invasión napoleónica fue vista por gran parte de la población española como una violación de su soberanía nacional y una amenaza a su independencia. Además, la presencia del ejército francés en territorio español generó un profundo descontento y una fuerte resistencia por parte de los españoles.
El conflicto enfrentó a dos bandos principales. Por un lado, las fuerzas francesas y los colaboracionistas españoles que apoyaban la ocupación napoleónica. Por otro lado, los españoles que se levantaron en armas para defender la independencia del país y la legitimidad del rey español, Fernando VII.
La guerra se desarrolló en diferentes fases y fue un proceso largo y complicado. En un primer momento, las fuerzas españolas sufrieron derrotas y tuvieron que retirarse, pero con el tiempo, la resistencia se fortaleció y se organizaron guerrillas y grupos de resistencia en todo el territorio. El conflicto se convirtió en una lucha de guerrillas y enfrentamientos irregulares, lo que dificultó la estrategia del ejército francés.
La Guerra de la Independencia tuvo un profundo impacto en la sociedad y la política española, pues, entre otras cosas, contribuyó a reforzar el sentimiento nacionalista y el deseo de independencia y libertad. Además, este enfrentamiento generó un clima de desestabilización política que abrió la puerta a cambios y reformas en la estructura política del país. La resistencia del pueblo español y el espíritu de lucha durante esta guerra sentaron las bases para el posterior proceso de modernización y democratización del país.
Las Cortes de Cádiz. La Constitución de 1812
Tras la derrota del ejército francés y la salida de José Bonaparte del trono español, se convocaron las Cortes de Cádiz en 1810. Estas Cortes, reunidas en la ciudad de Cádiz, tuvieron como objetivo principal elaborar una nueva Constitución que estableciera un sistema político más liberal y moderno para España.
La Constitución de 1812, también conocida como la "Pepa", fue promulgada el 19 de marzo de 1812 y se convirtió en la primera Constitución española. Esta Carta Magna establecía un sistema de monarquía parlamentaria, en el que el rey compartía el poder con las Cortes, que representaban al pueblo. Se reconocían derechos y libertades fundamentales, como la libertad de expresión, la libertad de prensa y la igualdad ante la ley.
La Constitución de 1812 también abolía el Antiguo Régimen y los privilegios de la nobleza y el clero, estableciendo un sistema más igualitario y democrático. Se proclamaba la soberanía nacional y se otorgaba un mayor poder a las Cortes para tomar decisiones políticas y legislativas. Además, se establecía la división de poderes, limitando el poder del monarca y garantizando una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones políticas.
Sin embargo, la Constitución de 1812 tuvo una corta duración y fue objeto de controversia y conflictos políticos. Tras la restauración absolutista en 1814, fue derogada en varias ocasiones durante los vaivenes políticos de la época. Aun así, esta constitución dejó un importante legado en la historia de España, pues permitió sentar las bases para el desarrollo del constitucionalismo y el liberalismo en el país y se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad y la soberanía nacional.
El reinado de Fernando VII: liberalismo frente a absolutismo. El proceso de independencia de las colonias americanas
El reinado de Fernando VII, que se prolongó desde 1814 hasta su muerte en 1833, fue un periodo de constantes conflictos y cambios políticos. Tras la vuelta del rey al trono tras la Guerra de la Independencia, se abrió un periodo de restauración absolutista, en el que se intentó revertir las reformas liberales y constitucionales implementadas durante el trienio liberal.
Fernando VII se mostró como un monarca absolutista y conservador, que buscaba recuperar el poder absoluto de la corona y eliminar cualquier atisbo de liberalismo o reformismo. Durante su reinado, se derogó la Constitución de 1812 y se persiguió a los liberales, lo que generó un clima de inestabilidad política y social. El país se vio sumido en una lucha constante entre los partidarios del absolutismo y los defensores del liberalismo.
En medio de estos conflictos internos, se produjo el proceso de independencia de las colonias americanas. Las colonias americanas, que habían sido una fuente importante de riqueza y recursos para España durante siglos, comenzaron a cuestionar su dependencia y a luchar por su autonomía. Los movimientos independentistas en América Latina se extendieron a lo largo del siglo XIX, y varios países lograron alcanzar su independencia de España. Las luchas por la libertad y la autonomía se extendieron desde México hasta Argentina, y marcaron un hito en la historia de la descolonización.
Este proceso de descolonización tuvo un impacto significativo en la economía y la política de España. La pérdida de las colonias americanas representó un golpe duro para la economía española, que se basaba en gran medida en el comercio y la explotación de recursos de ultramar. Además, la independencia de las colonias afectó la posición de España en el escenario internacional y debilitó su influencia en América Latina. El proceso de descolonización también generó tensiones y conflictos internos en España, ya que se perdieron territorios y se debilitó el poderío económico y político del país.
El periodo de la crisis del Antiguo Régimen entre 1788 y 1833 en España estuvo marcado por la lucha entre el liberalismo y el absolutismo. La Guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz representaron momentos clave en la búsqueda de una España más moderna y democrática, aunque el reinado de Fernando VII y la pérdida de las colonias americanas generaron tensiones y conflictos que marcaron el rumbo del país en el siglo XIX. Esta etapa de la historia de España representa un período de cambio y transformación que sentó las bases para la España contemporánea. Las luchas ideológicas y los procesos de independencia que se vivieron en este periodo marcaron el inicio de una nueva era en la historia del país. El legado de este periodo de la historia española sigue siendo relevante en la actualidad y ha influido en la formación de la identidad nacional del país.
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