Cuánto cuesta hacer separación de bienes

Cuánto cuesta hacer separación de bienes

Si bien el acto de contraer matrimonio no es en sí un negocio, la realidad es diferente, debido a que para poder casarse se exigen una serie de documentos y procesos para conformar una sociedad entre los miembros de la pareja. Desde el punto de vista legal, el matrimonio crea una compañía en la que los integrantes de la pareja son socios en igualdad de condiciones.

Por lo tanto, las dos partes son propietarios a medios y deben responder ante las deudas también a partes iguales. Lo mismo ocurre en una separación de bienes, las dos partes tienen derecho a la mitad de las posesiones.

Cuando una pareja decida casarse con separación de bienes indica que en la sociedad matrimonial no habrá bienes en común. Legalmente será un matrimonio, pero lo que cada uno uno compre no contará para los dos, al igual que si uno de los dos decide vender un bien de su propiedad.

Si una pareja quiere establecer su matrimonio bajo la figura de separación de bienes se debe dejar en claro y que conste en los documentos. Siempre es recomendable buscar una asesoría antes, sobre lo que esta figura representa en sí misma, aunque la mayoría de los profesionales aconsejan optar por ella como una forma de evitar problemas que se puedan presentar con la división de bienes en un matrimonio si ocurre un divorcio.

Índice

    Régimen económico de separación de bienes y otros

    Régimen económico de separación de bienes y otros

    El régimen económico matrimonial se encuentra constituido por todas las reglas que se aplican a las relaciones económicas de la pareja durante el matrimonio. Una de las primeras preguntas que debe hacerse una pareja cuando decida contraer matrimonio, es sobre cuál será el régimen económico que va a ser implementado por mutuo acuerdo.

    En el país existen tres regímenes económicos matrimoniales diferentes:

    • Régimen de gananciales: En este caso, cuando los cónyuges se casan bajo este régimen, las ganancias o beneficios que se obtengan en el matrimonio, pertenecen a ambos, sin importar por quién son obtenidos, al igual que las deudas, que no importa quién las contraiga.
    • Régimen de separación de bienes: Si la unión se rige por la separación de bienes cada miembro de la pareja conserva la propiedad y administración de sus bienes, tanto los adquiridos antes del matrimonio, como los que sean adquiridos durante el transcurso del mismo.
    • Régimen de participación: Funciona como un régimen de separación de bienes mientras dura el matrimonio, pero al disolverse cada cónyuge participará en las ganancias o disminuciones de su patrimonio.

    Los regímenes que son más frecuentes entre las parejas que deciden contraer matrimonio son el de gananciales y el de separación de bienes.

    Esa elección puede hacerse efectiva tanto antes como después de celebrarse en el enlace. Consiste, concretamente, en realizar las capitulaciones matrimoniales. En escritura pública, la pareja puede dejar por escrito las normas que regirán durante el matrimonio. Y, si no lo hacen, lo que regirá será el régimen que por defecto se considera prioritario en la comunidad autónoma en donde se realiza el matrimonio.

    Cualquiera sea el caso, los cónyuges pueden establecer en las capitulaciones matrimoniales el régimen económico que regirá el matrimonio. El régimen que se elija puede ser modificado tras el matrimonio. Si no hay un acuerdo previo, en la mayoría de las comunidades autónomas del país, el régimen que se aplica a todos los matrimonios es el régimen de gananciales.

    Esto quiere decir, que si al efectuarse el matrimonio los cónyuges no han acordado de forma expresa la separación de bienes, se aplica el régimen de gananciales. Sin embargo, en cualquier momento de la unión, la pareja podrá acordar el régimen de separación de bienes o el régimen de participación.

    En Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana, a diferencias entre las demás comunidades autónomas, el matrimonio se rige por la separación de bienes, si no hay un acuerdo establecido previo.

    Características de la separación de bienes

    • Patrimonio personal: La separación de bienes estipula que cada uno de los cónyuges es propietario de su patrimonio personal, incluyendo el de antes y el que se contraiga durante el matrimonio.
      Cada uno de los miembros de la pareja puede administrar, usar y disfrutar de sus bienes. De igual manera se podrá disponer de ellos libremente, sin necesidad de contar con el consentimiento del cónyuge que no es propietario.

    En cuanto a la disposición que se pueda hacer de la vivienda familiar en el régimen de separación de bienes, sí existe una excepción: en el Código Civil se exige que para poder realizar la venta de la vivienda familiar debe tenerse el consentimiento del cónyuge que no es propietario, o si no la hay, una autorización judicial para venderla.

    Si se realiza la venta de la vivienda familiar sin contar con el consentimiento del cónyuge que no es propietario, el contrato se puede anular. Esto es una forma de proteger la vivienda familiar.

    • Deudas y obligaciones: Cada uno de los cónyuges es responsable por las deudas y obligaciones que contraiga. Pero hay una excepción: si las deudas contraídas por uno de los cónyuges son destinadas para cubrir los gastos de la familia, ambas partes deben responder. Esto quiere decir, que si uno de los miembros de la pareja solicita un préstamo para pagar, por ejemplo, un tratamiento médico, serán responsables del pago de los dos cónyuges.
    • Cargas familiares: Ambos cónyuges deben contribuir a costear las cargas familiares, en proporción con sus derechos patrimonios, si no hay un convenio previo entre ellos. Cuando se habla de cargas familiares se hace referencia a aquellas que son relativas a la alimentación, sustento, asistencia médica, educación de los hijos, entre otras. El trabajo que conlleva la realización de las labores domésticas es sumado como una contribución a las cargas familiares y otorga el derecho a obtener una compensación en caso de divorcio.

    Modos de estipular el régimen de separación de bienes

    La separación de bienes regirá el matrimonio si:

    • Así lo acuerdan previamente en capitulaciones matrimoniales.
    • En caso de que los cónyuges pacten en capitulaciones matrimoniales que no regirá la sociedad de gananciales, pero no hayan especificado las reglas por las que habrán de regir sus bienes.
    • Cuando se extinga, durante el matrimonio, la sociedad de gananciales o el régimen de participación, una excepción de que por voluntad de los interesados ​​se sustituye por otro régimen.

    Ventajas y desventajas del régimen de separación de bienes

    Ventajas y desventajas del régimen de separación de bienes

    La separación de bienes tiene las siguientes ventajas en el matrimonio:

    • Cada uno de los cónyuges puede conservar la propiedad de su patrimonio.
    • Cada cónyuge puede disponer con total libertad de su patrimonio, sin necesitar el consentimiento del otro, a excepción de cuando se trate de la vivienda familiar.
    • De las deudas contraídas por cada uno de los cónyuges responde su patrimonio personal. Con excepción de las deudas contraídas para contribuir con los gastos familiares.
    • En caso de separación o divorcio, cada cónyuge conserva la propiedad de sus bienes y hace mucho más sencillo el proceso de separación o de divorcio.
    • Facilita el reparto de la herencia en caso de que la haya.
    • No impide que los cónyuges puedan adquirir bienes en común.
    • Es el régimen más conveniente cuando uno de los cónyuges es empresario o profesional autónomo, cuando uno de los cónyuges tiene un patrimonio de gran valor anterior al matrimonio, o bien cuando en un segundo matrimonio existen hijos no comunes.

    Desventajas del régimen de separación de bienes

    Las desventajas del régimen de separación de bienes son pocas:

    • Es un régimen que se considera muy poco solidario. El cónyuge que no trabaja o se dedica a los trabajos en el hogar está en clara desventaja económica. Aunque hoy en día y ante determinadas circunstancias, en caso de divorcio, el cónyuge dedicado a las tareas del hogar puede obtener una compensación.
    • No existe la obligación de los cónyuges de informar sobre los movimientos económicos que se realizan cada uno por separado.

    Cambiar el régimen económico del matrimonio

    Esta es una inquietud que tienen muchos matrimonios, en especial los que no eligieron previamente el régimen económico de su matrimonio y dejaron que el que se aplicara fuera el predeterminado en su caso. Pero es posible legalmente que esta decisión sea revocada. El Código Civil español lo establece y regula en los artículos 1325, 1326 y 1327.

    Lo primero que se debe hacer es disolver el régimen económico actual que tenga el matrimonio. Luego se puede designar otro tipo de régimen, y aunque puede que no sea precisamente el caso, por lo general es común que se cambie de gananciales a separación de bienes.

    En la actualidad, aunque todavía son mayoría los matrimonios que se realizan bajo el régimen de gananciales, la separación de bienes cada vez es más solicitada.

    Cuando se va a realizar un cambio de régimen económico, se debe tener en cuenta si lo que se pretende con esta decisión es disolver el vínculo matrimonial. Esto implica que cuando se procede a realizar el cambio, los cónyuges pueden decidir si quieren o no repartir los bienes y deudas con los que cuente justo en ese momento del matrimonio.

    Las diferencias que existen en los cambios de régimen y el coste de ambos procedimientos son:

    • Precio del cambio de régimen económico matrimonial con liquidación: En este caso, los cónyuges deben hacer un pago por concepto de asesoramiento y acompañamiento legal, dependiendo de cada despacho o profesional, de entre 1.000 y 3.000 euros aproximadamente. Pero en muy pocas oportunidades el importe llega a ese precio máximo. Por lo general el precio promedio de este trámite se encuentra entre los 1.200 euros.

    Se debe tomar en cuenta que este es un tipo de procedimiento que implica varios pasos para realizarlo. Primero, se debe hacer un inventario, en el que deben incluirse los activos y los pasivos del matrimonio. Después, se lleva a cabo el reparto, que puede ser o no de mutuo acuerdo. Luego se procede a realizar el registro de la disolución y liquidación en escritura pública. Si esto no se hace, el cambio no tiene ningún valor de carácter legal.

    • Precio del cambio de régimen económico matrimonial sin liquidación: Para poder determinar cuánto cuesta realizar el cambio del régimen económico matrimonial sin liquidación, hay que tener en cuenta que se trata de un procedimiento mucho más simple y sencillo, por lo que el precio es alrededor de 150 euros. En algunas oportunidades este monto puede llegar a ser de solo unos 50 euros. El precio promedio de realizar este procedimiento es de 100 euros.

    Realizar el cambio del régimen económico y su liquidación no son dos procedimientos que deben hacerse en forma simultánea, es posible proceder a hacer el cambio, y, más adelante, realizar la liquidación.

    Ya sea un cambio de régimen o de una separación o divorcio, es necesario conocer cuál es el precio aproximado de la liquidación del régimen económico matrimonial. Debido a que son trámites similares en su complejidad, este trámite tiene exactamente el mismo coste que el cambio de régimen con liquidación:

    • Coste mínimo: 1.000 €.
    • Precio medio: 1.200 €.
    • Coste máximo: 3.000 €.

    Separación de bienes y su distribución en caso de divorcio

    Una de las inquietudes más comunes es sobre lo que ocurre con los bienes de cada uno de los miembros de la pareja en caso de que se produzca un divorcio. Hay que recordar que si existe una separación de bienes, no se produce un reparto como tal. Pero si hay hijos en común, o si el cónyuge solicita una pensión como compensación por haber abandonado su actividad profesional, estos bienes sí pueden llegar a ser objeto de cesión, o deben ser líquidos para poder asumir los costes que puedan suponer el pago de la pensión.

    Cuánto cuesta una separación de bienes

    Se debe tener en cuenta que realizar la separación de bienes cuando se va a contraer matrimonio tiene un coste nulo, y que también es posible realizar el proceso una vez que ya se ha contraído. Lo que hay que hacer es un cambio en el régimen de la sociedad matrimonial, es decir, se va a pasar de un régimen de gananciales a un régimen con separación de bienes.

    Si los dos cónyuges se encuentran de acuerdo, la separación de bienes durante el matrimonio se puede llevar a cabo en cualquier momento. Para ello se debe acudir al notario y firmar una escritura que llamada capitulaciones matrimoniales. Su coste suele estar entre los 40 y 70 euros.

    Pero hay que tener en cuenta que si existen bienes adquiridos durante el matrimonio en régimen de gananciales, estos deben ser otorgados proindiviso, lo que implicar seguir un procedimiento más complejo y en el que se debe contar con el asesoramiento profesional de un abogado para poder realizarlo de manera correcta y que se encuentre ajustado a la ley.

    El procedimiento se puede hacer ante un notario, sin necesidad de tener que asistir a los tribunales, pero es obligatorio que sea inscrito en el Registro Civil.

    Capitulaciones matrimoniales

    Las capitulaciones matrimoniales consisten en un documento que se realiza cuando se quiere hacer una separación de bienes, en un documento público, es decir ante un notario y se puede hacer antes o después del matrimonio.

    Lo que resalta de las capitulaciones matrimoniales es que se trata de un pacto de naturaleza preventiva, pues se hace en contemplación de que se pueda presentar una posible situación de crisis que aún no ha ocurrido, y que puede que no llegue a presentarse nunca.

    Todo lo que se establezca en unas capitulaciones bajo el supuesto de que se va a realizar un futuro un matrimonio, queda sin efecto en el caso de que no se realice en el transcurso de un año.

    Cuando se hacen las capitulaciones matrimoniales los futuros o actuales cónyuges , pueden estipular, modificar o sustituir el régimen económico de su matrimonio o cualquier otra disposición que se encuentre relacionada con el régimen seleccionado.

    En el régimen de separación de bienes pertenecerán a cada cónyuge los bienes que tuviesen en el momento inicial del mismo y, los que después adquieran por cualquier título.

    Consejos para realizar la separación de bienes

    Antes del matrimonio

    Antes de que se realice el matrimonio, es mucho más fácil realizar la separación de bienes a través de una escritura de capitulaciones matrimoniales, debido a que en las capitulaciones se pueden acordar todos los pormenores con respecto a los bienes que cada uno aporta y los que pueden llegar a ser adquiridos durante el matrimonio.

    Después del matrimonio

    Realizar la separación de bienes después de contraído matrimonio es mucho más complicado, pero tampoco es imposible de realizar, siempre y cuando no se encuentren entre los planes realizar una auténtica separación en la que se vayan a liquidar los bienes existentes hasta el momento de tomar la decisión de realizar la separación de bienes. La escritura de las capitulaciones matrimoniales no requiere que se presente ningún documento que acredite la propiedad de los bienes, basta con manifestar la voluntad de constituir este régimen económico matrimonial de separación de bienes.

    El que una pareja antes o después del matrimonio realice las capitulaciones matrimoniales, se encuentra determinado por la actividad económica profesional de cada uno de los miembros de la pareja, debido a que dependiendo de cuál sea, será más o menos necesaria la separación de bienes.

    La separación de bienes desde el punto de vista fiscal

    La elección que se realiza de un régimen económico u otro también va a tener consecuencias desde el punto de vista fiscal, sobre todo cuando se extingue por fallecimiento de uno de los cónyuges o disolución del matrimonio.

    Las pensiones e indemnizaciones pueden llegar a un pactarse en el proceso de separación. Por ejemplo, el tratamiento fiscal que se da a la compensación por el trabajo de la casa, que se encuentra establecido en el artículo 1438 del Código Civil, para los casos en los que haya separación de bienes, es totalmente diferente al de la pensión compensatoria que puede llegar a ser pactada en la finalización de cualquiera de los regímenes económicos matrimoniales.

    Por lo general, los cónyuges nunca se encuentran asesorados de manera adecuada sobre las implicaciones fiscales, y sobre la diferencia entre las cargas fiscales que puede suponer cada uno de los casos. Las parejas deben tener en cuenta que esta es una cuestión que debe estar presente en el momento de negociar y redactar los convenios a los que se lleguen de mutuo acuerdo.

    El cambio de régimen económico durante el matrimonio tiene implicaciones fiscales, por lo que se recomienda no cambiar de régimen económico durante la vida matrimonial sin revisar previamente y de forma adecuada las consecuencias fiscales que se derivan de esto.

    Cuando se va a contraer matrimonio no existen regímenes buenos ni malos, pero sí es importante tener siempre en cuenta, que los efectos de la sociedad matrimonial cuando se toman estas decisiones, no solo afectan en la parte personal, sino también tienen consecuencias sobre el patrimonio y la economía del núcleo familiar y de cada uno de los miembros de la pareja.

    Cada pareja puede decidir adoptar el régimen económico matrimonial que sea más conveniente a la economía que tengan o sobre las ideas de cómo debe será la vida en común. Siempre es necesario asesorarse y tomar algunas previsiones, sobre todo cuando uno o los dos miembros de la sociedad conyugal tienen un patrimonio previo.

    La separación de bienes no se debe tomar como una forma de desmitificar el ideal romántico que representa el matrimonio en la sociedad, sino más bien hay que tener en cuenta los aportes que pueden ayudar mucho a la vida en pareja, tanto a nivel de la convivencia, como en el caso de que se deba poner fin a la relación matrimonial. La separación de bienes es la forma de evitar largos tramites que pueden llegar a ser bastante traumáticos y terminar afectando incluso las relaciones con los hijos si los hubiera.

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